¿Por qué la gente no es feliz?
Nuestra sociedad actual tiene muchas exigencias para considerar a una persona exitosa o "de valor".
En esta ocasión expongo una de las variables de la insatisfacción, cabe mencionar que cada persona es un mundo y razones puede haber muchas y casos extremos también, por ahora exploraremos algunos puntos generales dentro de la vida de una persona común dentro de nuestro sistema social actual.
Ya sea por demandas externas o auto impuestas (debido probablemente también por programación inconsciente) es común ver que el patrón general es el de la insatisfacción.
Nunca se está a gusto en la situación actual, siempre necesitamos algo que no está en el presente para sentir que así tendríamos una vida plena y nos pasamos toda la vida persiguiendo situaciones ideales para algún día entonces si pueda sentirme realizado y feliz sin darse cuenta que mientras más vas consiguiendo, si no tomas conciencia, más necesitaras para poder sentirte satisfecho; no tiene nada de malo procurar el crecimiento en cualquiera que sea el ámbito pero si se vuelve una obsesión y una necesidad insaciable se vuelve un vicio del cual cada vez se necesita más dando como resultado una vida que nunca nos llenó, ¿cuantos años llevas pensando que logrando alguna cosa o situación ideal entonces mi vida sería perfecta? y una vez que lo consigues necesitaras otra cosa...
La clave está en entender que las cosas no tienen que ser "perfectas" para ser ideales pues ese mismo sentido de perfección es subjetivo y puede cambiar con que decidas que ya no lo necesitas.
Comúnmente veo personas desesperadas por aprobación y reconocimiento, rasgándose las vestiduras por ser "exitosos" o populares. La gente se presiona por obtener cosas para impresionar que muchas veces no necesita.
Como experiencia personal me he dado cuenta que la plenitud se encuentra en lo más básico:
El tiempo de calidad que tengo en mi vida.
¿Cuánto tiempo de mi día realmente disfruto con las actividades y personas que amo? ... y no tanto en cuanto gano, qué puesto, trabajo o reconocimientos pueda tener o en qué lugar pueda vivir; claro está que no estoy indicando que no sean objetivos deseables, simplemente que, sin necesitar aparecer en Forbes, esos pueden ser efectos (o no) de tener una vida de verdadera calidad y salud emocional pues son fruto de tener un día que en general haces cosas que amas, simplemente haciendo un cambio de prioridades y despegándote de la exigencia del mundo de cómo debe ser la vida.
Realmente me he dado cuenta que mientras menos cosas necesitas más libre eres, esto te lleva a tener una vida minimalista y de carga ligera y de primera mano te puedo decir que es una delicia un estilo de vida sin complicaciones.
Crea tu propia definición de éxito, como un ejercicio íntimo y personal, puede ser engañoso pues estamos muy programados a desear infinidad de escenarios ostentosos cuando lo que realmente nos haría felices es simplemente una vida en paz, divertida y con pocas complicaciones; decían que la clave no está en hacer sino en deshacer...
Aunque en la mayoría de los casos las personas tienen que pasar por largos periodos de tiempo intentando y luchando por conseguir el estilo de vida que venden los medios hasta cansarse y preguntarse que debe de haber una mejor manera de vivir y así replantearse sus prioridades...
Me parece que tenemos un patrón muy marcado en nuestra sociedad actual donde las personas trabajan arduamente para tener cosas que no necesitan y aparentar un estilo de vida donde el 90% del tiempo no disfrutan por estar encerrados en un trabajo comúnmente estresante y creen que quieren crecer en dicho ambiente sin darse cuenta que mientras más creces menos tiempo de calidad tienes en tu vida, al final ni tu ni nadie que te aprecie se acordara de las cosas que tuviste, sino de la persona que eras.
Al final ¿habrá valido la pena hipotecar tu tiempo para poder pagar tanta baratija que no necesitabas por un status que nadie que valga la pena le importa y voltear al final del camino y pienses a donde se fue todo el tiempo de mi vida?
Uno se queda con los momentos que le alegran el corazón y que compartió con sus seres queridos, ¿Cuánto de ese tiempo tienes realmente al día, al mes, al año?
Por Eduardo Cid